V-1. Enfoque
En Venezuela las actividades económicas han sido históricamente inducida desde los países hegemónicos del sistema mundial, estableciendo un modelo económico altamente dependiente de intereses de poder favorables a la desnacionalización y a la escasa diversificación productiva.
Por ello el patrón de organización socio-territorial se ha dirigido hacia la costa en la etapa agro-exportadora y luego hacia el subsistema central norte-costero en la Venezuela petrolera, rasgo típico de una economía de puertos de carácter extractiva, que privilegia la concentración en este subsistema, concentrando de manera desigual y desequilibrada la distribución del ingreso petrolero en el territorio nacional.
El modelo socio-territorial venezolano heredado es viva expresión de las relaciones históricas de dependencia económica experimentadas, por lo que la desarticulación estructural entre los sectores productivos existente y la economía de puertos predominante, se expresa territorialmente en una escasa integración interregional y en espacios integrados exclusivamente desde los puertos hacia la extracción primaria o hacia los mercados conformados por los centros urbanos que captan principalmente la renta petrolera.
En este sentido, la dinámica urbano-regional del territorio venezolano ha seguido desde mediados del siglo pasado, un patrón de ocupación concentrado, desequilibrado y polarizado, cuya expresión actual muestra fuertes desigualdades interregionales, generando importantes problemas sociales y ambientales.
Las grandes concentraciones urbanas de la zona centro-norte-costera, localizadas en zonas de vulnerabilidad y riesgo, constituyen el “sistema central de ciudades” del país, donde los centros urbanos contienen grandes cinturones de miseria y asentamientos humanos no regulados, que carecen de adecuados equipamientos y servicios, concentrando a la población y las actividades económicas se han generando bajo características sociodemográficas, pautas de trabajo, ahorro y consumo, que producen patrones de desigualdad, vulnerabilidad social y exclusión lo que ha requerido y seguirá requiriendo de elevadas inversiones para satisfacer sus necesidades (dotación de agua, energía, transporte, telecomunicaciones) lo que tiende a limitar y retardar el desarrollo de otras zonas.
La tenencia de la tierra improductiva que en lo rural se manifiesta a través del latifundio y en lo urbano a través de las parcelas intraurbanas vacías y las tierras periurbanas en espera de ser incorporadas a la poligonal urbana, son factores son rémoras de una sociedad rentista contrapuesta a los objetivos de inclusión
social y productiva.
El impacto de las actividades humanas actuales pone en riesgo la capacidad de carga de la zona centro-norte-costera y son precisamente los pobres los más afectados por la degradación ambiental. Es imperante prestar atención al calentamiento global dada sus extensas costas y el incremento que eso representa para el nivel de sus aguas.
La biodiversidad nacional es una de las más altas del mundo y cuenta con abundantes recursos hídricos fuera de la zona norte costera donde muchos de sus espacios naturales se encuentran prácticamente intocados. Así mismo cuenta con un alto número de zonas protegidas.
La estructura socio-territorial actual se ancla sobre cargas históricas inerciales, rugosidades estructurales y funcionales que definen el marco de potencialidades y restricciones históricas para los agentes de desarrollo, actores políticos y fuerzas sociales. La modificación de la estructura territorial se inscribe en un horizonte temporal de mediano y largo plazo requiriéndose esfuerzos sostenidos y coherentes de gestión pública, planificación estratégica y movilización de actores políticos y fuerzas sociales con una visión geoestratégica compartida en función de lograr un nuevo sistema económico-productivo, diversificado e integrado, tanto funcionalmente como territorialmente, así como la inclusión social a través de la incorporación de espacios y actividades productivas bajo regimenes de producción social, cooperativos, asociativos y solidarios donde la
participación protagónica y corresponsable signe las nuevas relaciones de producción cuyos resultados sean acumulables y favorezcan la modificación de los patrones de asentamiento.
Las telecomunicaciones junto con los sistemas de transporte son instrumentos esenciales para mejorar la accesibilidad de la mayor parte del territorio nacional y por tanto clave para incrementar una sinergia socio territorial sustentable y avanzar en la inclusión social.
En esta nueva etapa, y bajo los lineamientos del Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2021), se establecerán las bases firmes para la transición hacia una nueva organización socio-territorial coherente con el nuevo Socialismo del siglo XXI. Los proyectos de inversión productiva en los ejes de desarrollo, la formación de redes y de polos de desarrollo para integrar el territorio nacional, tomarán en consideración la geocultura nacional y las bases ecológicas en el proceso de ordenamiento racional de los recursos y del territorio. Mejorar las condiciones de hábitat de los asentamientos humanos, (mejorar la salud, educación y servicios públicos) sean pequeños, medianos o de gran escala y fortalecer las ciudades intermedias. Se integrarán los sistemas de transporte y comunicaciones, para articular el territorio nacional mediante corredores multimodales de infraestructura donde el sistema ferroviario nacional se convierta en el principal medio de transporte. En este marco, el Eje Norte Llanero constituye el eje de integración y desarrollo principal para el periodo que articulará a los demás ejes de desconcentración (ejes Occidental, Oriental y Apure-Orinoco).
Ejes de Desconcentración y Fachadas
En este orden de ideas, el Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007-2021) propone, de manera coherente, una visión geoestratégica que implica el planeamiento integral y la asignación de medios para alcanzar la meta de un Desarrollo Territorial Desconcentrado.
a. El Desarrollo Territorial Desconcentrado articulará la construcción y organización espacial de un nuevo modelo socio-productivo endógeno, en el cual emergen nuevas relaciones sociales a través de unidades de producción de carácter socialista, tales como las empresas de producción social (EPS), las cooperativas y la producción asociativa, movilizando nuevas potencialidades y capacidades endógenas, que se vinculan con actividades económicas del sector público y privado, tanto nacional como extranjero, con el fin de mejorar la calidad de vida y equilibrar el patrón de ocupación territorial.
b. El Desarrollo Territorial Desconcentrado se fundamenta en el desarrollo sustentable y deberá partir del reconocimiento pleno de la estructura física, socio - cultural, económica, institucional y ambiental actual, identificando acciones que transformen las relaciones históricas de dependencia. Para lograrlo se tomarán en consideración las políticas sectoriales que en el mediano plazo tiendan a demostrarse articuladas para crear redes regionales y destinadas a favorecer la permanencia de las actividades económicas y el mejoramiento simultaneo de las condiciones de vida y sociales de la población, en particular de aquella tradicionalmente excluida.
c. El Desarrollo Territorial Desconcentrado será alcanzado a través de la movilización integral de patrimonios, recursos de poder y capacidades endógenas de fuerzas sociales, agentes de desarrollo y actores políticos que conforman el bloque histórico nacional-popular bolivariano a través de la puesta en práctica de políticas de Estado coherentes con los principios de integración territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad entre los diferentes niveles de Gobierno y la sociedad,
organizada de manera protagónica y participativa en instancias constituidas para tal fin.
d. El Desarrollo Territorial Desconcentrado promoverá la igualdad social, la justicia y la solidaridad a través de zonas de desconcentración de actividades económicas, de infraestructuras, vivienda, equipamientos y
servicios que generen efectos de atracción e incentivos para reforzar tanto el asentamiento poblacional en el subsistema de ciudades intermedias del Eje Norte Llanero, para lograr una distribución equilibrada de la población cónsona con la utilización de las capacidades productivas de nuestro territorio junto al desarrollo de espacios incluyentes forjadores de ciudadanía.
e. Se construirá una estructura territorial en la que exista respeto ante la diversidad regional natural e histórica, como elementos condicionantes de un desarrollo sustentable y complementario con miras no sólo a la presente, sino también a las futuras generaciones.
f. El Desarrollo Territorial Desconcentrado involucra una gestión y administración racional del ordenamiento territorial urbano regional a través de sus diferentes niveles de Gobierno, el ordenamiento de tierras agrícolas, de las áreas protegidas, áreas bajo régimen especial, territorios indígenas y el desarrollo sustentable del mar territorial y de otros espacios acuáticos, en función de fortalecer la integración territorial y la soberanía nacional.
g. El Desarrollo Territorial Desconcentrado en su enfoque geoestratégico para modificar la estructura socio-territorial de Venezuela ha identificado seis ejes: el eje Norte-Costero, el eje Orinoco-Apure, el eje Occidental, el eje Oriental y el eje Norte-Llanero, que constituye la bisagra estratégica entre los anteriores. Además, para la integración regional suramericana, la extensión corredor de infraestructura que privilegia al ferrocarril en el Eje Norte llanero, podrá ser continuado como corredor de baja altura a lo largo de toda la cordillera andina.
h. En los ejes de desconcentración se dará impulso a las actividades productivas con ventajas de localización y aglomeración con énfasis en aquellas que apunten a la soberanía alimentaria y la industria transformadora orientada a la producción de bienes de capital, intermedios y de consumo final.
En este marco propuesto para acelerar la conformación de la nueva estructura socio territorial son:
• Profundizar la integración nacional, independencia, soberanía y equidad socio-territorial, a través de ejes y regiones de desconcentración. El Eje Norte Llanero constituye el eje de integración y desarrollo principal.
• Promover la integración territorial de la nación mediante los corredores de multimodales de infraestructuras (transporte carretero, ferroviario y fluvial, electricidad, gas, telecomunicaciones).
• Mejorar la infraestructura para favorecer la integración geoestratégica con América Latina y el Caribe.
• Aprovechar las potencialidades y fortalezas socio-territoriales generando sinergias entre regiones subnacionales, favoreciendo el modelo productivo de desarrollo endógeno orientado por el Socialismo del siglo XXI.
• Desconcentrar actividades económicas, asentamientos poblacionales y equipamientos garantizando el mejoramiento de las condiciones de vida en el proceso de desarrollo territorial, con especial énfasis en las áreas fronterizas y en las áreas de engranaje entre ejes de desconcentración.
• Consolidar el sistema nacional de telecomunicaciones como instrumento para avanzar en la inclusión social y para el fortalecimiento de la democracia participativa y la formación ciudadana.
• Garantizar que las telecomunicaciones formen parte de la promoción y defensa de la soberanía nacional.
• Conformar redes de conocimiento que creen condiciones propicias para la innovación con América Latina de manera favorezcan una mayor autonomía regional y que incremente la competitividad nacional.
• Proteger los sistemas ambientales para conservar el agua potable y la biodiversidad, reduciendo a la vez el impacto de la intervención humana y recuperando los cuerpos de agua y suelos degradados.
• Planificar y gobernar el territorio asegurando la base de sustentación ecológica a través de una nueva concepción de la planificación territorial como proceso que integre las propuestas urbanas y rurales transformando los planes normativos a procesos dinámicos que ofrezcan resultados a corto plazo dentro de una direccionalidad de largo plazo.
• Disminuir la vulnerabilidad de la población tomando en cuenta las zonas de riesgo.
• Mejorar el hábitat de los principales centros urbanos y asentamientos humanos con inclusión, justicia social, protagonismo popular y calidad de vida preservando aquellas edificaciones que constituyen memoria colectiva y aquellos terrenos de vocación agrícola en los centros poblados que sufrirán mayor presión demográfica.
• Orientar y apoyar la prestación de servicios públicos con énfasis en reducción del impacto ambiental.
• Rehabilitar áreas centrales deterioradas en los centros urbanos del sistema central subnacional.
• Reforzar el sistema de ciudades intermedias.
• Alcanzar la complementariedad funcional entre ciudades intermedias en el Eje Norte Llanero.
• Promover la ciudad compacta, concentrada, articulada y autosustentable basada en un patrón de alta densidad y baja altura, diseñada a partir de espacios públicos generadores de ciudadanía con accesibilidad para todos donde la estructura urbana se base en sistemas de transporte público masivo electrificados.
• Incrementar la eficiencia de nuestras ciudades mediante el consumo racional de energía, creando metabolismo circular (incrementar el reciclaje, recuperación y reutilización de los desechos sólidos así como su tratamiento final), y logrando un crecimiento urbano continuo, eliminando los desarrollos urbanísticos discontinuos, instaurar el impuesto por mejoras derivado de la infraestructura primaria así como impuesto predial destinado a activar la edificación de los terrenos vacíos dentro de los centros poblados.
• Fortalecer la presencia del Estado en las Zonas de Integración Fronteriza, con el fin de contribuir a reforzar la independencia y soberanía nacional.
Comprende la materialización de nuevas relaciones socio-territoriales que conformarán tejidos signados por la integración, cooperación, complementariedad y por espacios ciudadanos de inclusión social. Sustentada, por un lado, en ejes que articularán centros intermedios y espacios productivos del país, y por el otro, en una nueva dinámica urbana y rural que desarrollará diversificación productiva, extensión de las cadenas de agregación de valor nacional e intercambio social, cultural y político. Esto producirá importantes sinergias a nivel nacional y con América Latina y el Caribe, en un marco de soberanía territorial.
La nueva dinámica socio-productiva será potenciada por la sinergia territorial alcanzada por la integración y articulación a partir del Eje Norte Llanero como auténtico canal de integración interregional junto a los ejes de desconcentración Occidental, Oriental y Orinoco Apure.
De esta manera, el impulso del Eje Norte Llanero fomentará la articulación de los demás ejes junto a la acción de las fuerzas desconcentradoras que permitirán el cambio sustancial de la dinámica socio territorial venezolana, impulsando y reforzando los centros poblados intermedios. El Eje Norte Llanero por su potencialidad de articulador socio-territorial endógeno se constituye en una verdadera bisagra estratégica del desarrollo regional contribuyendo a romper la dinámica dependiente y rentista heredada base de gran parte de las causas que obstaculizaron históricamente el despliegue de nuestras potencialidades para alcanzar mayores niveles de satisfacción y justicia social para los venezolanos.
2. Objetivos
V-2.1 Profundizar la cohesión y la equidad socioterritorial
V-2.2 Desconcentrar actividades y población
V-2.3 Aprovechar las fortalezas regionales creando sinergia entre ellas
V-2.4 Hacer posible una ciudad incluyente con calidad de vida
V-2.5 Proteger espacios para conservar el agua y la biodiversidad
V-2.6 Elevar los niveles de conciencia ambiental en la población
V-2.7 Preservar los equilibrios de los ecosistemas ricos en biodiversidad
V-2.8 Alcanzar un modelo de producción y acumulación ambientalmente sustentable
V-2.9 Disminuir el impacto ambiental de la intervención humana
V-2.10 Recuperar los suelos y cuerpos de agua degradados
V-3. Estrategias y Políticas
V-3.1 Mejorar la infraestructura para la integración con América Latina y el Caribe
V-3.1.1 Ampliar la accesibilidad con la fachada andina
V-3.1.2 Reforzar la accesibilidad hacia las fachadas amazónica y caribeña
V-3.1.3 Fortalecer la presencia del Estado en las Zonas de Integración Fronteriza
V-3.2 Integrar y desarrollar el territorio nacional a través de ejes y regiones
V-3.2.1 Dinamizar las regiones con base en complementariedades y articulación de espacios productivos
V-3.2.2 Desarrollar sinergias entre sistemas de producción local
V-3.2.3 Alcanzar la integración territorial de la nación mediante los corredores de infraestructuras que
conformarán ejes de integración y desarrollo
V-3.3 Ordenar el territorio asegurando la base de sustentación ecológica
V-3.3.1 Conserva las cuencas hidrográficas y la biodiversidad
V-3.3.2 Formular los Planes de Ordenación del Territorio
V-3.3.3 Disminuir la vulnerabilidad de la población tomando en cuenta las zonas de riesgo
V-3.4 Mejorar el hábitat de los principales centros urbanos
V-3.4.1 Orientar y apoyar la prestación de servicios públicos con énfasis en reducción del impacto ambiental
V-3.4.2 Aplicar impuestos por mejoras y a los terrenos ociosos y subutilizados
V-3.4.3 Rehabilitar áreas centrales deterioradas
V-3.5 Reforzar el sistema de ciudades intermedias
V-3.5.1 Alcanzar la complementariedad funcional entre ciudades intermedias en el Eje Norte Llanero
V-3.5.2 Generar una estructura urbana incluyente en los centros intermedios
V-3.6 Conservar y preservar ambientes naturales
V-3.6.1 Restringir las actividades en áreas de preservación
V-3.6.2 Reforzar las prácticas conservacionistas de los pueblos indígenas en sus territorios ancestrales
V-3.6.3 Manejar adecuadamente las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial y demás áreas protegidas
V-3.6.4 Recuperar y mejorar los principales lagos y sus afluentes
V-3.6.5 Intervenir lo rural amigable con el ambiente
V-3.7 Ajustar el metabolismo urbano disminuyendo la carga sobre el ambiente
V-3.7.1 Promover la ciudad compacta con alta densidad y baja altura
V-3.7.2 Promover una ciudad energéticamente eficiente
V-3.7.3 Incorporar tecnologías de construcción compatibles
con el ambiente 36
V-3.7.4 Incrementar el uso de sistemas de transporte
eficientes en energía y tiempo
V-3.8 Generar de alternativas ante la explotación de los
recursos no renovables
V-3.8.1 Promover la incorporación de energías alternativas
basadas en recursos renovables
Incidir en el cambio del patrón productivo hacia
V-3.8.2
tecnologías verdes
V-3.8.3 Promover patrones sostenibles de consumo
Reinvertir los beneficios de la explotación de recursos
V-3.8.4
no renovables en el incremento de la inversión en
investigación y desarrollo
Grupo II (Se siente satisfecho con dicha Unidad Curricular ya que el Plan Nacional Simón Bolívar se centra en el individuo como eje transformador de una sociedad dañada por vicios.. nos parece extraordinaria esta propuesta pero mas allá de halagos sobre este planteamiento hay que ser realista. Podremos..? esa es la gran pregunta que todas y todos los venezolanos nos hacemos...y la respuesta es Claro que si... mientras tengamos las ganas, el entusiasmo y el amor por nuestro país unidos con un gran sentido de eficiencia y responsabilidad.. Claro que podemos )
ResponderEliminar